Cuando, en 1971, Rotax fabrica su motor un millón desde 1945, se consigue un importante hito en la historia de la empresa. Tras el desmoronamiento del desarrollo tecnológico y económico tras el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, también Rotax necesita años para emanciparse tecnológicamente. A partir de 1970 se producen los avances decisivos. Con la entrada en la empresa de Dr. Heinz Lippitsch todos los signos se alinean favorablemente: compromiso, voluntad de desarrollo, la perspectiva correcta y la intuición para el mercado mundial. Se pone el foco en los propios motores de alto rendimiento. El desarrollo se lleva a cabo de forma estratégica y organizada. Cada año se emplea casi el cuatro por ciento del volumen de ventas para mantener una moderna sección de investigación y desarrollo.
El primer logro se consigue con el motor monocilíndrico con válvula rotativa, refrigerado por aire y con una cilindrada de 125 y 175 cc, que inicialmente fue p opular en carreras en terreno y, más tarde, también en carretera.